sábado, 24 de octubre de 2009

MTC multa a medio en Cajamarca

La radio y protección al menor


Manuel Rodríguez Romero

Por insultar con palabras soeces a un alcalde, una radio de Cajamarca fue multada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. La causal fue violar el horario de protección familiar y el código de ética. La sanción se impuso tras la denuncia interpuesta por el alcalde provincial de Cajamarca, Marco La Torre Sánchez.

La noticia que me llamó la atención, seguramente a otros lectores también, fue publicada el viernes 23 en la página A12 del diario decano de la prensa nacional.

En ella se consigna que el alcalde presentó su denuncia ante el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, pues en la radio se emitían palabras soeces contra él. Tras recibir la denuncia, la Dirección General de Control y Supervisión de Comunicaciones pidió la opinión no vinculante del Consejo de Radio y Televisión (CONCORTV) de acuerdo con la Ley de Radio y Televisión.

Según la Resolución Directoral 711-2009-MTC, el medio radial emitía de manera reiterada ofensas e insultos dentro del horario de protección al menor. Esta, en verdad, es la primera vez que un medio del país ha sido sancionado por incumplir el horario de protección familiar y su código de ética debido a la queja de un ciudadano y a la negativa del medio por autorregularse.

Con la aplicación de esta multa se ha sentado un precedente que merece el análisis y el debate. Sin embargo ante la avalancha de emisiones de mensajes nada constructivos o negativos que se propalan por algunas radio emisoras en Trujillo y también en otros puntos del país, que creo que no son ajenos a esta realidad, merece una opinión y una reflexión inmediata.

Me imagino que con este antecedente los “radioloros” o los comunicadores radiales tendrán que tener sumo cuidado en lo que dicen en sus programas, para evitar que se les aplique la multa por atentar contra la protección al menor. Pero ojo, la multa no es para quien las emite, sino para el medio que las difunde o propala, en otras palabras es para la empresa de radiodifusión.

La verdad que ya era tiempo que alguien salga a frenar la incontenible ola de agravios y ofensas utilizando palabras soeces o groseras, no sólo contra las autoridades sino contra personas comunes y corrientes que nada pueden hacer para defenderse. En Trujillo, calificada como capital de la cultura del norte del Perú, de un tiempo a esta parte han surgido muchas radioemisoras legales e ilegales (la mayoría), a diferencia de hace 30 años que sólo habían ocho.

Pero lo que ha generado un grave problema es la proliferación de programas radiales, dizque periodísticos, que atropellan el lenguaje. Hay quienes profieren palabras groseras abiertamente, sin autocontrol, en contra de las personas que tienen derecho a ser tratadas como tal, mensajes negativos en contra de la correcta formación de los niños que son quienes más lo perciben.

En Trujillo, por ejemplo, constituyen una afrenta a la cultura. Hay programas radiales donde el locutor dice lo que quiere contra el alcalde, el presidente de la corte, el presidente regional, los congresistas, y de cuanta persona se ocupan, sin tener en cuenta que en los hogares están los niños escuchando esas groserías y sandeces.

Frente a ello es preciso que las empresas radiales, sino quieren verse envueltas en multas, como la aplicada a este medio cajamarquez, deben ejecutar el Código de Etica del Consejo Consultivo de Radio y Televisión. Esto no quiere decir coactar las libertades de prensa y de expresión, sino cautelar un lenguaje higienizado que contribuya a la educación y la cultura y a la buena formación del menor.

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