martes, 22 de septiembre de 2009

Con la Medalla de la Ciudad

MPT distingue  a Manuel Jesús Orbegozo


Manuel Jesús Orbegoso Hernández tiene toda una vida dedicada al periodismo. A sus 86 años de edad aun sigue escribiendo no sólo contenidos periodísticos sino también libros, como los que ya tiene editados y que son verdaderas joyas, que sirven de guía a nuevas generaciones de periodistas.

Por su larga trayectoria, que incluye las nueve vueltas al mundo en busca de la noticia, su humanismo impregnado en los contenidos de sus textos divulgados en diarios y revistas nacionales y del extranjero, han sido mérito para que la Municipalidad Provincial de Trujillo lo distinga con la Medalla de la Ciudad.

La ceremonia especial se efectuará este jueves 24 a las 7.30 de la noche en el hermoso teatro Municipal. La Medalla de la Ciudad y el diploma de honor le serán entregados por el alcalde, César Acuña Peralta, que por su iniciativa se instituyó el Programa Cultura del Reconocimiento para rendir homenaje en vida a quienes han dado prestigio a Trujillo. En su honor actuará la Orquesta de Barro.

Manuel Jesús Orbegoso ha sido director de El Peruano y editor del suplemento Dominical de El Comercio durante tres décadas, diario con el cual pudo concretar sus innumerables viajes, es decir sus nueve vueltas al mundo.

Otros medios escritos como Expreso y La Crónica, también cobijaron su pluma en algún momento. El Perú lo conoce al detalle “y afuera –extranjero- he estado prácticamente en todas partes, me faltarán conocer cuatro o cinco países, la verdad que no más de eso”, refiere.

Su labor de periodista lo matizó como docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de cuya Escuela de Periodismo llegó a ser director por varios años. Hace un año dejó las aulas de enseñanza, pero aun su vocación es seguir enseñando el arte de redactar reportajes y otros géneros.

A su edad aún conserva el espíritu viajero, las ganas por descubrir, por investigar y claro, también por escribir desde cuando tenía 15 años y empezó a dejarse atrapar por el periodismo. Vive en compañía de su esposa, quien es cinco años menor que él y conoció en su añorado Otuzco. Tiene dos hijos. Uno de ellos decidió seguir sus pasos en el periodismo.

DISTINGUIDO POR LA ONU
Su expedición por el mundo se inició al ganar el premio de turismo de la Organización de Naciones Unidas que debía recoger en Ginebra, pero solicitó que lo lleven a la entonces convulsionada Biafra. Después de eso, se acostaba en España y despertaba en Corea, desayunaba en Roma, almorzaba en Ámsterdam y cenaba luego en París. Ha caminado por la Gran Muralla China, se ha sentido sofocado de calor al pie de las Pirámides y se ha refrescado en las cataratas de Iguazú.


Una de las construcciones que lo dejó más impresionado las encontró en Camboya. “Kampuchea es una de las mas hermosas construcciones de piedra que hay en el mundo, son ruinas que solo se comparan con Machu Picchu”, dice con autoridad. Ha conocido también al buda más grande del mundo en China –que demoró 88 años en esculpirse- y atesora un pedazo del derrumbado Muro de Berlín.

Confiesa que ninguna metrópoli o ciudad imponente, le pueden hacer olvidar los ríos de su infancia, el paisaje de Otuzco, los almuerzos con fruta fresca y potajes en familia. “El periodismo ha variado solo en tecnología, ahora hay más facilidades para hacer un trabajo completo. Pero en esencia el compromiso con la verdad y la vocación de investigar bien deben permanecer inalterables”, declara.









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